La persona que recibió la intimidación fue un integrante de la familia de Ana María Villanueva, una de las víctimas de la causa, quien debe declarar como testigo en los próximos días ante el Tribunal.
Un testigo de la causa por violaciones a los derechos humanos que comenzó ayer en el Tribunal Oral Nº 2 fue amenazado de muerte a través de un mensaje de texto enviado a su teléfono, según informaron los organismos de Derechos Humanos.
Quien recibió la amenaza fue un integrante de la familia de Ana María Villanueva, una de las víctimas de la causa. La familia Villanueva es querellante y quien recibió el mensaje debe declarar como testigo en los próximos días.
El juicio que comenzó ayer por la mañana -el cuarta por delitos de lesa humanidad en Córdoba- corresponde a la denominada “causa Roselli”, que investiga el fusilamiento de tres militantes de la Juventud Peronista (JP), ocurrido el 2 de junio de 1976, durante la dictadura militar. Los imputados son Pedro Nolasco Bustos (57), Jorge Woroná (65) y José Filiberto Olivieri (67), tres ex policías que integraban el Comando Radioeléctrico de la Provincia de Córdoba.
Un testigo de la causa por violaciones a los derechos humanos que comenzó ayer en el Tribunal Oral Nº 2 fue amenazado de muerte a través de un mensaje de texto enviado a su teléfono, según informaron los organismos de Derechos Humanos.
Quien recibió la amenaza fue un integrante de la familia de Ana María Villanueva, una de las víctimas de la causa. La familia Villanueva es querellante y quien recibió el mensaje debe declarar como testigo en los próximos días.
El juicio que comenzó ayer por la mañana -el cuarta por delitos de lesa humanidad en Córdoba- corresponde a la denominada “causa Roselli”, que investiga el fusilamiento de tres militantes de la Juventud Peronista (JP), ocurrido el 2 de junio de 1976, durante la dictadura militar. Los imputados son Pedro Nolasco Bustos (57), Jorge Woroná (65) y José Filiberto Olivieri (67), tres ex policías que integraban el Comando Radioeléctrico de la Provincia de Córdoba.
“Dejá de joder o los vamos a matar a todos”, es el texto del mensaje que recibió en su celular un familiar de Ana María Villanueva. El hecho se habría producido alrededor de las 16, dos horas después de que finalizara la primera audiencia.
No es la primera vez que testigos o víctimas de causas con policías imputados son objeto de intimidaciones. Sucedió en 2010, cuando se juzgó la causa Gontero que sentó en el banquillo de los acusados a ex policías integrante de la D2. Además, según trascendió extraoficialmente, en los días previos al juicio varios integrantes de los organismos de Derechos Humanos recibieron amenazas e intimidaciones vía mensaje de texto.
“Es evidente que están en juego los intereses de uno de los sectores más turbios de nuestra sociedad. En el banquillo de los acusados hoy se encuentran tres representantes de la Policía Provincial, institución que no fue depurada y cuyas redes de impunidad se mantienen aún en democracia”, indicaron los organismos de Derechos Humanos en un comunicado de prensa, y reclamaron el “inmediato esclarecimiento de estos hechos”. Además, pidieron al Gobierno provincial “una profunda democratización de la Policía y el inmediato desmantelamiento del aparato represivo” y que se retire de la Jefatura el cuadro de Navarro, responsable del golpe de estado de echó de la Casa de Gobierno al ex gobernador Horacio Obregón Cano, en 1975.
El juicio por el asesinato de Jorge Manuel Diez, Ana María Villanueva y Carlos Delfín Oliva, de 23, 20 y 26 años respectivamente, comenzó ayer con lectura de la pieza acusatoria. El caso es juzgado por el TOF2, integrado por los jueces José María Pérez Villalobo, Carlos Lascano y Fabián Asís.
El hecho ocurrió el 2 de julio de 1976, a las 10 de la mañana aproximadamente, cuando en la esquina de las avenidas Caraffa y Octavio Pinto, del barrio Villa Cabrera se encontraban conversando Villanueva, Diez y Oliva, junto a Héctor Ernesto Hunziker, quien permanece en condición de desaparecido.
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